Os imagináis volver a la vida de una u otra manera una vez muertos? Pues bien, es posible gracias a la idea tan buena que han tenido Anna Citelli y Raoul Bretzel.
Se trata de enterrar a las personas en una especie de huevo biodegradable (principalmente compuesto de maíz y patata) que se pueda enterrar en la tierra y plantar un árbol justo encima.
La idea vino al pensar en el gasto que se produce con los ataúdes. Un ataúd está compuesto por un árbol, el cual puede tardar unos 30 años en crecer. Un ataúd dura unos 3 días máximo. Luego se desintegra o se incinera.
A partir de este pensamiento, surgió la idea. Porque no hacerlo al revés? Pues bien. Así lo hicieron con este proyecto.
La idea de ir a ver a una persona fallecida en un bosque repleto de árboles en lugar de un cementerio. “Bosques memoriales” es el nombre que esta pareja le ha puesto.
Una vez la persona ha fallecido se insertaría su cuerpo en este huevo biodegradable. Se enterraría y se plantaría un árbol que previamente se haya escogido. Cuando varios huevos y árboles sean plantados se comenzaría a formar el “bosque memorial”.
Las personas podrían visitar y recordar a sus seres queridos en un hermoso bosque.
Que os parecería poder llevar a cabo un proyecto de este tipo en algún terreno de los que tenemos? Sería una buena idea verdad? Nosotros nos lo estamos planteando 🙂
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