
Hoy día la sociedad finlandesa es destacable por diversos rasgos como su sistema educativo, su política y valoración de los servicios públicos, su concienciación del cuidado de su población y por la existencia de una gran conciencia ecológica en todas las capas sociales existentes. Afortunadamente estas son algunas de las características destacables del país, y que nos podría ayudar a coger ejemplo en el nuestro propio.
En el día de hoy, y referente a la oportunidad que nos dan muchas asociaciones medioambientales en nuestro país, me siento ilusionada por poder compartir con vosotros la información sintetizada que he obtenido de varias lecturas sobre el tema.
La priorización de la conservación del medio ambiente que se da en un 40% de la población finlandesa, demuestra que van por el camino más correcto a una mejora notable de protección frente a todo nuestro ecosistema. La priorización es muy notoria, y además significativa, ya que anteponen el medio ambiente a una mejora en el crecimiento económico o la creación de empleo. Y así visto, y reflexionado, realmente considero que es bien acertado. ¿Qué sería de una persona rica o pluriempleada si nuestro medio ambiente desapareciera? ¿Nos olvidamos de que nuestra vida saludable depende, en gran parte, del cuidado que le demos al medio ambiente?
La mitad de la población finlandesa se sacrificaría económicamente si supiera que lo que paga se utiliza totalmente para mejorar el medio ambiente, realmente en España con donaciones y
ayudas que promueven distintas asociaciones también tenemos oportunidad de hacerlo. No obstante, la ayuda a conservar el medio ambiente debe ser una concienciación de cada uno de
los individuos que ayude a modificar y tener muy presente una actitud de absoluto respeto hacia la naturaleza; y recuerdo que eso está al alcance de todos.
Este factor ecológico no depende exclusivamente de los niveles de ingresos económicos del país. En Finlandia, los productos de consumo que pueden dañar el medio ambiente son descartados automáticamente por la mayoría de la población. En parte, también podemos valorar que día a día en España hay mayor población que tiene presente este aspecto. En definitiva, una vez más, creo que el éxito de la conservación del medio ambiente reside en la responsabilidad de cada individuo sobre la naturaleza, y considerarlo como un deber fundamental de los ciudadanos. Finlandia es uno de los países más ecológicos, además de tener un nivel de contaminación envidiablemente bajo.
Finalmente, y a modo de reflexión, el ecologismo finlandés pincelado en esta noticia se inscribe en una profunda crisis de la idea de progreso, consecuencia de una dura crisis económica y social en la década de 1990. Me suena el concepto crisis, pero no tanto el progresismo y la tolerancia característica del país finlandés. Hoy día, y sabiendo que nunca es tarde para mejorar, puede ser un buen momento económico-social en España para poder incorporar en este tiempo de crisis el ecologismo; sin olvidar que debe ser un concepto compartido socialmente por todos y cada uno de nosotros.
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